Marta Hervera es licenciada en Veterinaria, doctora en nutrición animal por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y diplomada por el European College of Veterinary and Comparative Nutrition (ECVCN). Es fundadora y asesora especialista en Expert Pet Nutrition, desde donde ofrece apoyo nutricional a centros veterinarios, realiza formaciones en nutrición animal y da soporte en el desarrollo de productos para empresas.

Estamos en un momento en que las mascotas son un miembro más de la familia y su alimentación se tiende a cuidar con mimo, al igual que hacemos con la nuestra. ¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de alimentar bien a nuestro peludo?
Lo primero que tenemos que considerar es que perros y gatos tienen unas necesidades nutritivas diferentes a la especie humana. El objetivo principal de la nutrición para nuestras mascotas es que el alimento aporte todos los nutrientes necesarios en las cantidades adecuadas (hay 40 nutrientes esenciales que incluyen aminoácidos, vitaminas y minerales, ácidos grasos…) y que no haya ni carencias ni excesos, además de la energía necesaria para el animal.
¿Es mejor una alimentación seca, con bolas de pienso o una alimentación casera?
Se pueden conseguir los objetivos que mencionaba antes con los dos tipos de formatos e incluso con otros que van saliendo nuevos. El mercado de piensos se va desarrollando y van apareciendo nuevas modas y formas de alimentar a nuestros animales… En cuanto al pienso seco, es la manera clásica y cómoda de alimentar a nuestras mascotas y tiene una vida útil muy larga, al igual que las latas. Cocinar tiene como handicap que se tiene que invertir un tiempo en hacer la comida para el animal y que requiere una logística y además sale algo más caro. Pero también se puede conseguir una fórmula que aporte todos los nutrientes de una forma segura. Lo importante es que lo haya formulado alguien que sepa cuáles son estos nutrientes y en qué cantidades tienen que darse, que no se haga a ojo. No debemos fiarnos de lo que encontramos por Internet. O sea que podemos resumir que las dos fórmulas son válidas, siempre y cuando sean completas, es decir, cuando integren todos los nutrientes de una forma segura, de manera que esos nutrientes que hay en el alimento, el animal los pueda aprovechar.
Otro tema muy en boga y que suscita un gran interés es que muchas personas están optando por una alimentación vegetariana o vegana y por extensión lo aplican o les gustaría aplicarlo con sus animales, por cuestiones de ética y de preservación del medio ambiente. ¿Es posible alimentar a un perro o a un gato a base de frutas, verduras y proteína vegetal?
Es posible siempre y cuando se incorporen los suplementos que se requieren, que son necesarios al hacer una dieta vegetal, como se le recomienda a las personas que optan por una dieta vegana o vegetariana. Sin embargo, así como en el perro es más o menos factible, en el caso del gato, como es un carnívoro estricto, requiere una serie de nutrientes que sólo encontramos en tejido animal, entonces si estos no se dan con los ingredientes de la dieta, tienen que aportarse como suplemento. Pero estos suplementos puede que no sean estrictamente veganos o vegetarianos y esto hace que la dieta sea extremadamente compleja y con mucho riesgo de que no le estemos dando los nutrientes en la forma y en las cantidades adecuadas. Como tiene tanto riesgo y es tan compleja, no es algo que recomendemos. Incluso en alimentos vegetarianos comerciales para gatos, siempre pedimos que el propietario se asegure con el productor de que se ha hecho un análisis de los aminoácidos, porque es dudoso de que estén todos y puede haber problemas serios para la salud del gato; mortales incluso. En el caso del perro, también pediríamos, si es una dieta comercial, que estos análisis se hagan y se nos asegure que todos los nutrientes están ahí.
Estos suplementos de los que habla, ¿qué tipo de suplementos son?
Por lo general son suplementos vitamínico-minerales, pero muchas veces se requieren también aminoácidos.
Así como para el perro es más o menos factible seguir una dieta vegana o vegetariana, en el caso del gato, como es un carnívoro estricto, requiere una serie de nutrientes que sólo se encuentran en tejido animal, y si estos no se dan con los ingredientes de la dieta tienen que aportarse como suplemento. Pero es una dieta compleja y con mucho riesgo para nuestro felino.
Está proliferando el mercado de piensos veganos. ¿Este tipo de preparados podrían ser una alternativa saludable?
Pueden serlo, pero hay algunos estudios que se han realizado en estos últimos años que indican que muchos de estos productos son carenciales o muestran cantidades muy limitadas de algunos aminoácidos que son esenciales y de alguna vitamina, con lo cual esto nos pone en alerta. El productor tiene que saber muy bien qué hace y asegurarse de que esto se cumple.
¿Y cómo lo puede saber el consumidor?
La única forma que tiene es preguntándole al productor, y que este productor haya analizado el alimento. La ley no exige que se analicen estos productos y puede pasar que en estos alimentos, que son en base vegetal, al ser ricos en fibra, la fibra limite la biodisponibilidad de algunos aminoácidos y otros nutrientes esenciales, entonces lo interesante es que el productor analice estos alimentos y se asegure de que todos estos nutrientes están en las cantidades adecuadas y son aprovechables.
En cuanto a la dieta BARF, ¿cuáles son las ventajas y desventajas que plantea para alimentar a nuestra mascota?
Si se entiende como BARF una dieta basada en alimentos crudos, presenta varios problemas y las ventajas no están probadas; es decir, no tienen una base científica sólida. Sin embargo hay riesgos claros de que la dieta no esté bien formulada y no tenga todos los nutrientes. Otra es que contiene huesos; es verdad que cada vez se hace más sin huesos enteros, pero hay el riesgo de ingerir huesos, lo que conlleva a que el animal pueda atragantarse y tener alguna obstrucción o problema de salud por ello. Luego, la harina de hueso se acumula en el colon y puede llegar a causar problemas; aparte de que tampoco es una gran fuente de calcio. Pero lo más importante, por eso somos más críticos con este tipo de dieta, son los riesgos sanitarios. Sabemos que la carne tiene cierto grado de contaminación. En la superficie de las carnes hay pequeñas colonias de salmonela, campylobacters, toxoplasmas, listerias…diferentes tipos de patógenos que no son perjudiciales cuando cocinamos la carne, ya que se eliminan. Sin embargo, en este tipo de prácticas con alimentación cruda, no sólo no la cocinamos y eliminamos esto, sino que también la manipulamos a temperatura ambiente y esto se lo damos a nuestro perro o gato y este puede enfermar. Es verdad que los perros y los gatos son algo más resistentes a la salmonelosis, por ejemplo y puede que no enfermen, pero aún así, van excretando estos patógenos que van a contaminar nuestro ambiente; lo cual es peligroso, especialmente si hay niños, ancianos, enfermos, embarazadas…, así que no puedes tener a un perro o un gato excretándolos en tu casa. Esto puede ser peligroso para la salud. También están proliferando especies resistentes a los antibióticos… Y aunque la carne esté congelada y envasada al vacío, hay un porcentaje de los patógenos que no se elimina, y en el momento de descongelar, se recupera toda la contaminación que había antes. Como no hay beneficios clarísimos que nos lleven a decir: «Vale la pena el riesgo», es una dieta que no solemos recomendar.
Los riesgos sanitarios son el mayor inconveniente que observo en la dieta BARF. En la superficie de las carnes hay pequeñas colonias de salmonela, campylobacters, toxoplasmas, listerias…que se eliminan con la cocción, pero no en la alimentación cruda y que aunque nuestros animales sean resistentes a estos patógenos y no enfermen directamente, sí los excretan en su medio, pudiendo suponer un problema para la salud, especialmente de niños, enfermos, ancianos y embarazadas.
Nuestras mascotas tienen unas necesidades nutricionales en cada etapa de su vida. ¿Cuáles serían estas necesidades en los diferentes momentos de la vida de nuestro perro y nuestro gato?
Conocemos básicamente tres etapas en la vida en que las necesidades nutricionales de nuestros animales domésticos cambian o son diferentes. La primera es el crecimiento. Durante el crecimiento hay una serie de nutrientes que necesitamos en mayor cantidad e incluso hay algunos que para el adulto no son esenciales y para el cachorro sí (como algunos ácidos grasos), entonces es muy importante que el alimento que se les dé sea completo y contenga todos los nutrientes en las cantidades adecuadas, y que esté adaptado no solo a la especie, sino también a las necesidades fisiológicas del momento, ya que las necesidades de energía son más altas. Además, en esta fase los animales son más sensibles que en la etapa adulta a cualquier carencia o exceso y tenemos que ser muy muy precisos.
La forma de alimentación, ¿como tiene que ser en la etapa de crecimiento?
Depende de cada situación. En general, en gatos, si no se nos engordan mucho, podemos alimentarlos a voluntad durante la fase de crecimiento. En perros no lo recomendamos, y sugerimos que siempre se fraccione la cantidad específica que necesitan por su edad y tamaño, especialmente en razas grandes, para que no crezcan demasiado rápido, lo cual podría dar lugar a problemas de desarrollo.
¿Y en la etapa adulta?
Las necesidades son otras, son menores, y luego tenemos la reproducción, que nos exige un alimento diferente en las proporciones adecuadas y energía en gran cantidad. Es una de las fases de mayor demanda. Más tarde, en la etapa senior, no hay mucha diferencia a nivel de nutrientes con la etapa adulta, pero sí que cuando son muy mayores hay cambios fisiológicos ligados al envejecimiento (disminución de la capacidad de digestión en gatos o pérdida de la agudez del gusto y el olfato, por ejemplo), y se puede adaptar el tipo de alimento a esa etapa.
En la etapa de reproducción dice que hacen falta nutrientes un poco diferentes. ¿Qué tipo de nutrientes?
Pues muchos minerales, proteínas y aminoácidos. Luego, durante la lactancia, los carbohidratos, la glucosa, que no son esenciales en otras fases fisiológicas, sí lo son en este momento para las madres, ya que la madre no puede generar suficiente azúcar para su propio consumo y el de las crías.
¿Qué opinión le merecen los suplementos nutricionales, como los condroprotectores, para prevenir o tratar problemas articulares, o los suplementos de modulan la respuesta inmune de nuestras mascotas?
Son herramientas útiles en muchas situaciones. Se pueden incluir además en la dieta para aportar un beneficio extra. Lo que como no están regulados como los fármacos, nosotros recomendamos antes de dar un suplemento, que la persona se informe, que le pregunte al productor qué base científica y qué garantías de efectividad ha demostrado dicho suplemento.
Gema Salgado
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