En primer lugar es importante clarificar que no es posible. No existe el equivalente a la psoriasis humana en los gatos. Ahora bien, está claro que si la piel de tu gato o gata tiene muchas escamas… algo pasa.
Las causas pueden ser muy diversas, desde una seborrea hasta sarna notoédrica. La seborrea es bastante común en los gatos domésticos. Si la piel de tu felino tiene muchas escamas (queratización) y también produce mucha grasa seguramente tendrá seborrea. La buena noticia es que no es un trastorno crónico. Lo más acertado es consultar al veterinario que, como profesional de la salud animal, podrá realizar las pruebas para obtener un diagnóstico y plantear, a continuación un tratamiento.
Qué es la seborrea en el gato
Su nombre técnico es síndrome queratoseborreico y se produce por la acumulación de células muertas en la superficie de la piel. Ese exceso de células muertas acaba interfiriendo en la formación de queratina y, por tanto, en la producción de las defensas de la piel del animal. Es importante ponerle remedio para evitar la aparición de infecciones. Hay dos tipos de seborrea, una seca o primaria, y otra oleosa o secundaria.
1.- La seborrea seca es la que produce caspa. Suele ser hereditaria. En este caso es crucial mantener una higiene con baños para la eliminación de escamas con un champú antiseborreico… excepto que el gato no se deje bañar. Si esta es tu circunstancia el veterinario podrá indicarte otras alternativas para eliminar la descamación además de recomendar que el animal mantenga una buena hidratación y siga una dieta específica con suplementos de Omega 3.
2.- La seborrea oleosa puede ser consecuencia de otra causa como la alergia del gato a la saliva de las pulgas. En primer lugar el veterinario se asegurará de que el peludo está bien desparasitado y recomendará baños con un champú terapéutico… o una alternativa similar si el remojón no es posible.
Hidratación, dieta y alimentos ricos en Omega 3 también estarán en la pauta que seguramente te marcará el veterinario. Seguramente en pocos días verás los resultados. Una vez solucionado el problema la mejor pauta es la prevención: asegúrate de mantener limpio su pelaje y libre de parásitos. También recomendamos tratamientos dermatológicos como Atopivet, ya que ayudan a mantener la barrera protectora de la piel.
Si el problema persiste, es muy grave o el tratamiento no da resultados en ninguno de los casos, tu veterinario derivará el caso a un especialista en dermatología veterinaria.
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