Si ves que tu perro se rasca frecuentemente en una zona puntual del cuerpo, como si tuviera un picor insoportable o como si le hiciera daño y se provoca una herida que permanece tiempo con aspecto mojado y enrojecido, puede estar produciéndose una dermatitis húmeda, un problema de la piel conocido también como eczema húmedo, dermatitis piotraumática o hot spot. Más común en tiempo de calor y en zonas húmedas, en que las bacterias proliferan con mayor facilidad, este tipo de dermatitis puede tratarse en casa con éxito con antisépticos, aunque en casos serios puede requerir la visita al veterinario, quien puede prescribirnos además, el uso de tratamiento antibiótico.

La dermatitis húmeda es una infección de la piel del perro que se provoca el propio animal debido a que siente picor o dolor en una zona concreta de su cuerpo y no para de lamerse y de mordisquearse, de modo que se produce una herida que al ser cultivo fácil para bacterias, por lo general, el staphylococcus, se hace cada vez más grande, apareciendo una lesión redondeada y enrojecida. Entre las causas más comunes del eczema húmedo se encuentran las picaduras, producidas por pulgas, garrapatas u otros parásitos, que provocan picor e inflamación y que llevan al perro a lamerse para aliviarse y a morderse, agrandando la herida y reinfectándose. Otra causa puede ser el picor provocado por sufrir dermatitis atópica; las otitis del perro, que pueden llevarle a rascarse de forma compulsiva en el interior y exterior de las orejas, provocándose lesiones en la piel. La irritación de las glándulas anales y el hecho de que esta sea una zona abundante en bacterias puede propiciar también este problema.
La dermatitis húmeda puede aparecer también por dolor, en los salientes de los huesos (caderas y tobillos) de perros obesos y sedentarios o con problemas artrósicos, al pasar tumbados mucho tiempo sobre esas zonas. Al morderse y lamerse en estos puntos, se pueden producir lesiones que es fácil que se infecten.
Cómo prevenirla
Mantener el estado de la piel de nuestro perro en las mejores condiciones posibles será el mejor preventivo:
Limpia, cepilla y desenreda bien su pelaje. Mantener el pelo de nuestro perro limpio y bien seco (muy importante); cepillarlo, desenredándolo y eliminando nudos y pelo muerto, es el primer paso para mantener su pelo aireado y su manto libre de parásitos.
Desparasítalo con regularidad. Aparte de una buena higiene, durante todo el año y especialmente en verano, proteger además su pelo con un collar antiparasitario es fundamental para evitar que las pulgas y garrapatas campen a sus anchas. Hay algunos que incluso previenen de leishmaniosis.
Mantén la integridad de su barrera cutánea. Puedes ayudarle a mejorar la integridad de su barrera cutánea con productos específicos para ello, especialmente cuando tu perro ya tiene dermatitis atópica.
Evita la obesidad en tu perro: Si la dermatitis húmeda se produce porque tu peludo sufre de artrosis y hace una vida sedentaria que le lleva a ganar peso y a ver cada vez más limitada su movilidad, sería interesante que perdiera peso mediante una alimentación adecuada, que pudieras posibilitarle un colchón mullido y fresco para el verano, para que sus articulaciones descansen mejor y para aliviarle el dolor, así como diferentes intervenciones para mejorar su movilidad (hidroterapia, fisioterapia, condroprotectores o paseos cortos adecuados a sus posibilidades).
¿Qué hacer cuándo tenemos el problema?
Lo más efectivo es evitar que el pelo toque en la herida (se puede recortar alrededor un poco dejando la lesión lo más despejada posible) y curar con betadine o clorhexidina. Existen en el mercado productos antisépticos muy eficaces, cuya fórmula favorece la formación de un film encima de la herida, actuando de barrera protectora e impidiendo el sobrecrecimiento microbiano. En casos serios puede ser necesario aplicar una pomada con antibiótico y cortisona después del antiséptico, pero mejor consulta con tu veterinario de confianza si pasados unos días de tratarle con el antiséptico no mejora.
Redacción
0 comentarios