Un hueso visible o que sobresale, una posición incorrecta de una extremidad o no la apoya, se niega a subir escaleras, gemidos de dolor, pérdida de apetito… puede indicar que tu peludo canino tiene una fractura. Urge llevarlo al veterinario y, si es posible, intenta seguir los siguientes consejos.
#1 Colócale un bozal
Una fractura implica dolor y el dolor puede ser la causa de que lance dentelladas o muerda. Conviene colocarle un bozal si es que no le cuesta respirar ni tiene heridas en la cabeza.
#2 Telefonear a la clínica
Telefonea inmediatamente a la clínica veterinaria. Tanto para saber qué hacer como para que estén pendientes de que llega un perro accidentado y estén preparados.
#3 Evita posibles infecciones
Si tiene una herida abierta tápala con almohadillas de gasas empapadas en agua fría del grifo o en suero fisiológico. No hagas torniquetes ni vendajes fuertes. El objetivo es evitar que la herida se infecte.
#4 Cuidado extremo al manipularlo
Si la clínica veterinaria tiene servicio de recogida telefonea y espera su llegada. Si no, envuélvelo con una manta, procurando no causarle dolor, para inmovilizarlo. Esta acción dependerá del tamaño de la mascota pero lo idóneo es hacerlo entre 2 , incluso, entre 3 personas si es muy grande.
#5 Manta/camilla
Si tu perro es de tamaño mediano o grande, conviene que, para trasladarlo, lo coloques sobre una manta que haga de camilla y que llevéis, al menos, entre 2 personas.
#6 Lo sacarán los profesionales
Cuando lleguéis a la clínica ¡no lo saques tú del vehículo! Avisa a los profesionales. Ellos se encargarán.
Muy importante: Ante cualquier duda: consulta a su veterinario o al especialista en traumatología veterinaria.
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