Como buen cazador, a tu gato le gusta curiosear con todo aquello que se mueve, perseguir posibles presas, trepar a las alturas, arañar y mordisquear según qué textiles y materiales para limarse las uñas y buscar lugares tranquilos para el descanso donde no pueda ser molestado. Por ello y especialmente si es un gato que vive en casa y no se relaciona con otros de su especie hay diferentes juguetes que pueden ser excelentes para que se mantenga activo y se divierta a lo grande él solo. Y si te apuntas tú, el disfrute será mayor.

Una caja de cartón: Cualquier caja de cartón que llegue a casa y que permita que tu felino pueda esconderse y acurrucarse en ella será uno de sus juguetes favoritos por un tiempo. Primero por la curiosidad. Querrá ver qué es eso nuevo que ha llegado a su territorio. Le encantará meterse en ella, juguetear y comprobar que es un sitio que le permite estar calentito cuando duerme. Además le ofrecerá protección y será a su vez un lugar desde el que podrá observar su entorno, algo fundamental para él. También le encantará morderla, arañarla, marcarla y estirarse en ella con total libertad. De hecho, diferentes estudios apuntan que las cajas de cartón reducen el estrés en el gato.

Rascadores multifunción: En el mercado actualmente se encuentran rascadores de diferentes tamaños con un montón de buenos estímulos para tu felino: plataformas a diferente altura a las que puede trepar y contemplar lo que ocurre en la casa, postes con fibras naturales de sisal para rascarse (muy interesantes para evitar que arañe los muebles); con alguna casita para meterse cuando desea descansar o pasar desapercibido y con algún hilo que cuelga y que en el extremo deja entrever un ratoncillo de tela o de goma. ¡La diversión está garantizada!

Circuitos o carriles con bolas luminosas: Estos carriles o circuitos en los que el gato descubre que cuando toca las llamativas bolas luminosas estas ruedan a gran velocidad en las bajadas y se quedan quietas en las subidas hasta que vuelve a tocarlas, es uno de sus juguetes favoritos, a la vez que agudiza su instinto cazador y le permite mantenerse en forma.

Juegos de láser: Pocas cosas despiertan tanto interés para tu gato como ver moverse una luz en el suelo o en la pared. Intentará cogerla por todos los medios sin parar.  Puede ser un puntero LED que manejes tú, teniendo un momento verdaderamente divertido con tu mascota, o puede ser una columna de láser interactiva que se mueva automáticamente en un patrón al azar en el suelo y las paredes. Estos juguetes pueden programarse y desconectarse un tiempo después de haberlos activado, con lo cual resulta ideal para activarlo cuando sales un momento de casa.

Plumeros o cañas con cebo de juguete: En tiendas de artículos veterinarios podrás encontrar flechas con una ventosa para enganchar en cualquier pared o mueble en cuyo extremo luce una cuerda o un pañuelo que acaba en una pluma suave o un ratoncillo de juguete. Si la colocas a una altura idónea para tu gato puede convertirse en un juego increíble. Y cuando estés en casa y quieras jugar con tu mascota puedes desengancharlo de la pared y moverlo tú. Tu gato se volverá loco intentando robarte el cebo o la pluma. Las cañas de pescar de fantasía con cebo en el extremo son otra interesante versión del mismo juego.

Pelotas, ratoncitos móviles y ovillos de lana. Pelotas de goma de colores chillones con un cascabel dentro y ratoncitos móviles a pilas o de trapo son otras opciones sencillas y a considerar para el juego de nuestros peludos que les harán pasar momentos muy activos y entretenidos. Incluso el tradicional ovillo de lana multicolor es una idea extraordinaria cuando hablamos de los mejores juguetes para el gato.

Túneles y sacos: A nuestro felino le gusta especialmente investigar, correr y descubrir nuevas posibilidades, con lo cual, diversos túneles de tela unidos entre sí le ofrecen una opción espectacular de escondite y entretenimiento, especialmente si tenemos más de un gato en casa. No pararán de perseguirse. Además, algunos de estos túneles están fabricados en fibras naturales tan suaves que muchos gatos acaban eligiéndolos como guarida.