Los ojos de nuestras mascotas son una de las partes más vulnerables de su anatomía, pero no se les suele prestar demasiada atención a no ser que el problema ocular sea evidente y se observen secreciones, aparezcan rojeces u otros síntomas indicativos de que algo no va bien. En este artículo te ofrecemos algunas pistas para detectar y prevenir los principales problemas de visión en tu perro y tu gato.

Hay diferentes razones por las que deberíamos mostrarnos más vigilantes con los ojos de nuestro animal de compañía: cuerpos extraños que puedan alojarse en ojos o lacrimales durante el juego en la naturaleza, pérdidas de visión debidas a la edad o que por su raza sus ojos estén más expuestos que en otras. En el caso de las razas braquicefálicas, tanto en gatos como en perros (bóxer, bulldog francés, carlino, pekinés… en perros; o persas, exóticos de pelo corto, himalayos, birmanos…en gatos), al tener la cara chata y los ojos muy expuestos, presentarán más problemas de córnea y requerirán más cuidados oculares que otras razas.
En aquellos perros o gatos cuyos ojos son propensos a presentar secreciones, estas se pueden limpiar con suero fisiológico y gasas. Para hacerlo, debemos humedecer la gasa con suero y aplicarla en la comisura del lacrimal para sacar las legañas. Podríamos incluso poner una o dos gotas de suero fisiológico en cada ojo, si fuera preciso. La limpieza ocular se recomienda una vez al día, mejor por la mañana, sólo si hay secreción, si no, no hay que tener un exceso de celo. Aparte del suero fisiológico, también podemos limpiarles con gasas ya impregnadas con productos específicos para la higiene ocular, que podemos encontrar en farmacias o centros veterinarios.
En los perros de pelo largo es importante que éste no les roce continuamente los ojos. Podemos recurrir a peluquerías caninas o hacerles coletitas, que más allá del aspecto estético, serán una protección para su vista antes de que el roce le produzca alguna úlcera.
Lágrimas en gel
Para proteger los ojos de aquellos perros que salen mucho a jugar a la naturaleza: el mar, la montaña…debido a que les puede entrar arena, agua salada de mar, tierra o espigas durante sus juegos, se les puede poner una lágrima artificial en gel antes de salir de casa. Esta es totalmente inocua y formará una película protectora en sus ojos , evitando (al menos en parte) que, al contacto con cualquier cuerpo extraño, los ojos se les irriten. Las lágrimas en gel pueden también adquirirse en la farmacia o en el veterinario y se pueden utilizar con frecuencia sin problema.
Al comienzo de la primavera tendremos que ir con cuidado para que nuestro perro no tenga contacto con la procesionaria, ya que esta oruga puede resultar muy perjudicial para sus ojos u otras partes del cuerpo. En caso de que se produjera ese indeseado contacto deberíamos lavarle bien las superficies oculares con suero y acudir al veterinario de inmediato para que lo supervise.
Al comienzo de la primavera tendremos que ir con cuidado para que nuestro perro no tenga contacto con la procesionaria, ya que esta oruga puede resultar muy perjudicial para sus ojos u otras partes del cuerpo. En caso de que se produjera ese indeseado contacto deberíamos lavarle bien las superficies oculares con suero y acudir al veterinario de inmediato para que lo supervise.
En cuanto al baño de nuestras mascotas y en el manejo de la peluquería, es preciso ser muy cuidadosos con el lavado de la cara para que el jabón no les entre en los ojos. También será importante que los jabones no sean irritantes, ya que podrían provocar úlceras en la córnea. Lo mejor es ponerles antes del baño en casa o de llevarles a la pelu, una lágrima artificial que les protegerá si les entra algo de jabón por accidente, evitando las molestias asociadas. También habrá que ir con mucho cuidado con el uso del secador, ya que el aire caliente tiende a resecar la superficie corneal.
Es muy importante realizar una exploración oftalmológica en la visita anual del veterinario, ya que pueden aparecer problemas oculares asociados con la edad que pueden ser detectados de forma temprana: déficits de lágrima, cataratas, glaucoma… Hay que tener en cuenta que sobre los 7 u 8 años, algunos animales pueden mostrar esclerosis de cristalino o cataratas. Debido al envejecimiento y el endurecimiento de las fibras que componen el cristalino, con la edad, esta estructura que actúa a modo de lente biconvexa y cuya principal función es permitir enfocar, puede pasar de ser transparente a volverse opaca, con lo que el animal podría tener visión borrosa o incluso quedarse ciego si no se practica el debido tratamiento quirúrgico. Patologías como la diabetes pueden provocar cataratas agudas de aparición muy rápida, de modo que detectar el problema a tiempo evitará males mayores.
Signos de alerta
Marta Leiva, especialista en Oftalmología Veterinaria del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) explica que podemos sospechar de problemas de visión en nuestro perro o en nuestro gato cuando sus pupilas no sean simétricas, cuando tenga los ojos rojos o se observe un cambio de coloración hacia el azulado o cuando nuestro peludo presente un ojo guiñado o cerrado, que puede deberse a que le haya entrado alguna espiga o cuerpo extraño. También podemos detectar pérdida de visión si nuestra mascota se golpea contra los objetos o está desorientada. «Esto puede venir por varios motivos: por inflamación intraocular, por catarata o por un problema de retina. En todos estos casos se deberá ir al veterinario con la mayor inmediatez posible», aconseja la Dra. Leiva.
Fuente de información: Marta Leiva, especialista en Oftalmología Veterinaria del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Autónoma de Barcelona.
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