Si tu gato no para de lagrimear, cierra alguno de sus ojos, tiene legañas o sus ojos aparecen acuosos y enrojecidos puede tener conjuntivitis, una enfermedad frecuente en felinos que la mayoría de las veces se soluciona con tratamiento local con colirios o pomadas oftalmológicas, aunque es importante determinar su causa porque también puede enmascarar enfermedades más graves, como el herpesvirus felino. Ante la sospecha, lo mejor es consultar con el veterinario, quien realizará el diagnóstico oportuno y le prescribirá a tu gato el mejor tratamiento. Te damos algunas pautas para prevenir este problema y tratarlo de manera eficaz.
La conjuntivitis es uno de los problemas de salud más frecuentes en los felinos. Afecta a la conjuntiva del ojo, la membrana mucosa transparente que recubre la superficie externa del globo ocular y la parte interna de los párpados. Por lo general se produce por agentes infecciosos o a causa de alergias, presencia de cuerpos extraños en el ojo, lesiones oculares…aunque también puede ser síntoma de otras enfermedades como el glaucoma, la uveítis o de patologías respiratorias, como el herpesvirus felino. Puede aparecer a cualquier edad, en gatos adultos cuando su sistema inmunitario se debilita, y en cachorros, debido a que están más expuestos por tener un sistema inmunitario aún inmaduro.
1 La vacuna trivalente, que cubre la rinotraqueitis producida por herpesvirus felino, la panleucopenia y el calicivirus, la primera que recibe el cachorro de gato entre las 6 y 8 semanas de vida y que debe repetirse en tres ocasiones durante su primer año, puede prevenir la aparición de la conjuntivitis o en cualquier caso, disminuir la gravedad de los síntomas. En casos recidivantes, cuando la conjuntivitis es producida por la bacteria Clamydophila felis, es recomendable la administración de la vacuna específica.
2 Cuando la conjuntivitis esté declarada, limpia a demanda las secrecciones del ojo de tu gato con gasas esterilizadas, suero fisiológico o infusión de manzanilla y procura seguir a rajatabla el tratamiento que te haya recetado su veterinario. Por lo general será colirio o pomada oftalmológica compuestos por antiinflamatorio (corticosteroide) y antibiótico o bien colirios con antivirales. En el caso de las conjuntivitis por herpesvirus felino, si el grado de afección es alto pueden ser necesarios antibióticos o antivirales por vía oral, así como suplementos como la L-lisina, que interfiere en la multiplicación vírica.
3 Para aplicarle las gotas o la pomada en los ojos a tu gato puedes enrollarle en una toalla con cuidado, de modo que solo sobresalga su cabeza. Tranquilízalo haciéndole mimos en el entrecejo y ábrele bien con dos de tus dedos cada uno de sus ojos, dejando caer una gota o una pequeña porción de pomada en la línea del lacrimal, sin que le roce el tubo. Espárcesela por todo el ojo. A poco que puedas, utiliza guantes esterilizados de un solo uso. Lávate bien las manos con jabón al comenzar y acabar el proceso.
4 Procura terminar el tratamiento aunque tu gato mejore a los pocos días. No des pie a que tenga una recaída.
5 Si tu gato, por raza (persa, exótico…), tiene la cara achatada y tendencia al lagrimeo, debes extremar el cuidado de sus ojos para evitar infecciones limpiándoselos con suero fisiológico y bastoncitos de algodón, si no es a diario, por lo menos 3 o 4 días a la semana. De esta manera se los mantendrás hidratados y libres de suciedad.
6 Evita los factores que generan estrés en tu gato, ya que el estrés debilita su sistema inmunitario, bajando sus defensas y haciéndole más sensible a las infecciones.
7 Como algunas conjuntivitis pueden deberse a alérgenos presentes en el ambiente, intenta proporcionarle a tu gato un entorno limpio y con una buena temperatura.
8 Evita las corrientes de aire, ya que pueden influir en la aparición de enfermedades respiratorias que den lugar a brotes de conjuntivitis.
Como siempre recomendamos: visita regularmente a tu veterinario. Es nuestro mejor aliado.
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