La artrosis canina puede aparecer como resultado del envejecimiento de las articulaciones debido al paso del tiempo o como consecuencia de una fractura o malformación congénita detectada en cualquier momento de la vida del animal, como la displasia de cadera, que hace que la articulación deje de funcionar con normalidad. En este caso, el cartílago, que flexibiliza y amortigua los impactos de la articulación se deteriora debido al frotamiento reiterado y por una proliferación ósea anormal de osteofitos que hacen que las articulaciones afectadas pierdan elasticidad y nuestra mascota sienta un gran dolor que en ocasiones puede afectar severamente a su movilidad. Cuando esto ocurre, puedes ayudar a tu animal de múltiples maneras:
Evita su sobrepeso y opta por una dieta rica en ácidos grasos esenciales
Si has detectado un problema articular en tu peludo será crucial que vigiles su alimentación con una dieta de calidad, rica en ácidos grasos esenciales, como el Omega 3, un antiinflamatorio natural; suplementos antioxidantes y protectores articulares nutricionales pero sobre todo enfocada en evitar el sobrepeso, ya que los kilos de más solo agravarán el problema al suponer una mayor carga para la articulación o articulaciones comprometidas. Consulta con tu veterinario de cabecera la cantidad de alimento recomendable y los productos más indicados.
Mantenlo alejado del frío y de la humedad
Si tu perro vive en una caseta en el jardín y tiene artrosis, el frío y la humedad del ambiente, especialmente en invierno, pueden agravar su enfermedad. Considera la posibilidad de prepararle una cama acolchada y confortable que mantenga a una distancia del suelo sus articulaciones en alguna habitación o en un rincón del salón, si tienes espacio, y aplícale bolsitas de calor seco (las de huesos de cereza, por ejemplo, que puedes calentar previamente en el microondas y que conservan bien el calor) en las articulaciones doloridas. Te lo agradecerá y tú recibirás todo el calor de su presencia con este cambio tan importante.
Masaje relajante
Después de aplicar calor a las zonas doloridas, como veíamos anteriormente, puedes aprovechar para realizarle un masaje suave y relajante a tu perro. Como no eres especialista, puedes hacerle un masaje superficial en sentido centrífugo, siguiendo la dirección del crecimiento del pelo desde la cabeza, cervicales, lomo y patas, de arriba hacia abajo, sin dejar de mantener contacto con ambas manos. Este masaje estimulará su circulación, le aliviará el dolor, debido a la liberación de endorfinas y le ayudará a ganar flexibilidad, a mejorar la elasticidad de los músculos y a recuperar fuerza y masa muscular. No deberás realizar el masaje en caso de que tu perro tenga fiebre, hongos, heridas en la piel, tumores o cualquier tipo de infección. Para aprender a realizar un masaje articular más preciso y terapéutico puedes pedir información a tu veterinario o a algún fisioterapeuta de pequeños animales.
Facilítale el movimiento a la hora del paseo
El dolor, especialmente en fases avanzadas de la artrosis, puede hacer que tu peludo se niegue a caminar y que entre en un sedentarismo peligroso capaz de atrofiar aún más sus articulaciones y mermar su musculatura y su estado de ánimo, debido a la inactividad. Es importante que sigas dando paseos con tu perro, aunque sean cortos y por caminos sencillos y que si le cuesta levantarse por sí mismo o cojea puedas ayudarle utilizando una banda ortopédica o un arnés acolchado y pasado por el vientre con correas largas para facilitarle la incorporación y la movilidad mientras camina. Deberás situarte a la altura de su cadera para hacerlo. También puedes utilizar esta técnica para ayudarle a hacer sus necesidades. Si tu perro tiene problemas en las articulaciones traseras: displasia, parálisis total…en el mercado encontrarás además carritos que ejercen la función de recoger los miembros posteriores y la cadera, permitiendo al animal caminar por sí solo impulsándose con las patas delanteras. Es una buena opción para el paseo, pero no cuando tenga que hacer sus necesidades. Aparte de estas soluciones, también se puede recurrir a protectores ortopédicos de rodilla, de cadera o de codo, dependiendo del problema de tu mascota, que estabilizan físicamente la articulación afectada y aprovechan el calor corporal para calmar el dolor.
Hidroterapia en una piscina pequeña con agua tibia
Nada más reconfortante para tu peludo que nadar en una pequeña piscina con agua tibia donde poder hacer pie. Al flotar, su peso disminuye a menos de la mitad, puede moverse con libertad por sí mismo sin tanto esfuerzo y ve atenuado su dolor, al no producirse carga sobre la articulación o articulaciones dañadas. El veterinario te pautará la frecuencia del baño dependiendo del problema articular.
Acupuntura, eficaz y sin efectos secundarios
Para controlar el dolor articular en nuestra mascota, la acupuntura, un método derivado de la Medicina Tradicional China, es un tratamiento natural e indoloro que relaja la musculatura, mejora el flujo sanguíneo y favorece el alivio del dolor desde la primera sesión. Otra de sus ventajas es que no tiene efectos secundarios negativos y puede ayudar a reducir o incluso sustituir el consumo de AINEs, fármacos antiinflamatorios normalmente utilizados para la artrosis. Las sesiones suelen ser de 30 minutos y por lo general se realiza una sesión por semana, dependiendo de cada caso. No se precisa sedación y el animal suele permanecer tranquilo y relajado y sin necesidad de sujeción en la mayoría de los casos.
Fármacos, siempre bajo supervisión veterinaria
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son los más indicados para aliviar el dolor en casos de artrosis, pero no siempre son bien aceptados por los animales; además, sostenidos en el tiempo pueden tener efectos secundarios indeseables. Por ello, en casos de enfermedad articular crónica es interesante probar alternativas, como la acupuntura, la electroestimulación o el harpagofito, una planta que funciona como antiinflamatorio natural sin efectos adversos. Su dosis recomendada es de 25 mg por cada 10 kg de peso. No obstante sería interesante consultar con el veterinario de cabecera antes de empezar cualquier tratamiento.
Condroprotectores para recuperar la funcionalidad de la articulación
Los condroprotectores son suplementos que resultan eficaces en procesos degenerativos del cartílago articular, tanto en fases tempranas, como en problemas articulares crónicos. Entre sus componentes más comunes se encuentra el condroitín sulfato , que contribuye a mantener la elasticidad y flexibilidad de la articulación, minimizando su degradación; la glucosamina, que en sinergia con el condroitín sulfato proporciona doble potencia al condroprotector y el ácido hialurónico, que ayuda al correcto mantenimiento del líquido sinovial, esencial para recuperar la movilidad de la articulación, reduciendo el dolor y regulando la síntesis de ácido hialurónico endógeno.
La cirugía puede ser una solución en casos severos
Si tu perro tiene una artrosis avanzada que le hace sufrir mucho puedes valorar la posibilidad de recurrir a la cirugía. Tu veterinario te ayudará a decidir, informándote de los pros y contras de esa opción.
Redacción
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