Tras una cirugía lo habitual es que tu mascota haya estado unas horas, o incluso días, en observación en la clínica veterinaria. El primer punto crítico será cuando despierte de la anestesia. Hasta que pasen los efectos hay que velar porque pueda respirar sin dificultad y controlar el dolor. Pero cuando llegue a casa necesita seguir teniendo un cuidado especial. Es crucial prestar mucha atención a las instrucciones que nos den en la clínica cuando vayamos a recogerlo. Seguramente en un par de días esté prácticamente recuperado, pero mientras tanto:
#1 Nada de esfuerzos
No puede forzar así que ‘nada de esfuerzos’ significa que no debe subir ni bajar escaleras y que si tiene que hacer sus necesidades en casa cuente con un espacio preparado para ello. Procura que tenga, muy cerca, un espacio con papeles de periódico que se limpien y repongan con frecuencia.
#2 Integridad del isabelino
El collar isabelino es una barrera de protección contra sí mismo. Evitar infecciones y otras complicaciones porque se lama en exceso o pueda quitarse los puntos de sutura es su objetivo. Procura que quede bien fijado y no se lo quite.
#3 Comida y bebida cerca
Probablemente no pueda comer ni beber durante varias horas pero cuando pueda hacerlo tiene que tener cerca su cuenco de comida y su cuenco de agua fresca. Para estimular su apetito, y que la comida sea más fácil de digerir, puedes humedecer su pienso con agua caliente.
#4 En brazos o con ayuda
Si hay que moverlo de un lugar a otro hay que moverlo, con mucho cuidado, en brazos. Si es muy grande con la ayuda de una manta y entre dos personas.
#5 Vigila las cicatrices
Hay que prestar atención a la cicatrización de las heridas. Hay que seguir las instrucciones que nos hayan dado en la clínica. Si hay que limpiar la herida bastará con una almohadilla de gasas empapada en agua fría con algún antiséptico como clorhexidina o yodo. Si ves que la herida no cierra (dehiscencia de los puntos), tiene pus o está inflamada habrá que llevarle al veterinario.
#6 Evita que se ensucie
Es crucial evitar infecciones. Hay que procurar que la zona operada no roce con tierra o suciedad. Si es así, tendremos que limpiarla inmediatamente con una almohadilla de gasas empapada en agua fría.
Muy importante: Ante cualquier duda: consulta a su veterinario o a su cirujano veterinario.
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