El verano ha llegado con temperaturas ambientales muy elevadas y conviene tener un cuidado extra con los peludos sobre todo en las zonas donde la humedad ambiente es alta. Los gatos sufren el calor más o menos como los perros, pero son los mejores especialistas en encontrar el lugar más fresco de la casa.
Los perros regulan su temperatura por tres mecanismos: mediante el jadeo, una respiración superficial en la que se intercambia el aire caliente del interior del cuerpo con el del exterior, por conducción, a través de las almohadillas plantares y el vientre en contacto con el suelo y por convección, situándose en corrientes de aire . Las razas más sensibles al calor son las de morro chato (braquicéfalas) como el bóxer, bulldog o carlino. ¿Cómo saber si se está deshidratando? Es fácil. No querrá moverse y hay que ver si las encías se ponen moradas, si está aumentando el ritmo de su respiración y si su temperatura es muy alta (en los perros la temperatura media habitual es de 38,5 a 39 ºC). Ellos no pueden sudar para regular su temperatura a través de la piel así que hemos de velar porque:
# 1
Nunca le falte agua limpia y fresca para que pueda hidratarse. Mejor ponerle agua poco a poco y que esté fresca que un cuenco muy grande y lleno… aunque si no vamos a estar en casa durante horas no queda más remedio que dejarle una buena provisión o colocar una fuente especial para mascotas.
#2
Pueda estar y moverse por un espacio amplio, bien ventilado donde pueda disfrutar de una buena sombra… o varias.
#3
Antes de salir a pasear, es importante comprobar la temperatura del pavimento. Prueba a poner la palma de tu mano sobre el suelo de la calle. Si no lo soportas durante 5 segundos mejor no salir. Puede quemarse las almohadillas plantares. Para evitar dudas y despistes, lo más indicado es sacarlo a pasear a primera y última hora del día.
#4
A la hora del paseo, mejor hacerlo siempre por la sombra y conviene evitar que haga ejercicio intenso. Con las altas temperaturas un paseo tranquilo es lo mejor.
#5
Si viajan en coche, tienen que tener buena ventilación y una temperatura de unos 20 ºC. A la hora de estacionar, no deben quedar nunca dentro del coche solos ni al sol ni a la sombra aunque se dejen las ventanillas abiertas. Los vehículos parados pueden llegar a una temperatura superior a 40 ºC en pocos minutos y en esas condiciones un peludo podría morir en menos de 20 minutos.
#6
Si detectamos que está sufriendo un golpe de calor, hay que pulverizarlo con agua o humedecerle, sin envolver ni tapar, el cuello y la cabeza con paños mojados en agua tibia. Le humedeceremos la boca con agua y le dejaremos beber sin llegar al exceso. También procuraremos que beba agua hasta que vuelva a su temperatura habitual. Si no es posible trasladarse de inmediato a una clínica veterinaria hay que llevarlo a un sitio fresco y sumergirlo en agua a unos 20º C o aplicarle un chorro de agua a esa temperatura, hasta que se normalice la respiración.
Muy importante: Hay que trasladarlo al veterinario lo antes posible, especialmente si hay alteración del estado mental del animal o está inconsciente. y explicarle todo lo que hemos hecho para recuperar su bienestar. El veterinario comprobará si se han producido daños graves en su organismo y lo mantendrá en observación para ver su evolución y el tratamiento que pueda precisar.
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