Nuestros queridos felinos domésticos tienen fama de silenciosos, equilibristas, territoriales, independientes, desconfiados, juguetones, limpios y de naturaleza tremendamente fuerte “siete vidas tiene el gato”, dice el refrán. Todo esto es verdad, pero también hay otros aspectos de su personalidad que se conocen menos. A continuación te apuntamos algunos que seguramente te sorprenderán.
- Tu gato se considera el dueño de la casa. Para ti, tu vivienda es de tu propiedad, pero quizás te resulte curioso saber que él tiene la visión contraria y se considera el dueño de la casa. Los gatos son muy territoriales y les gusta sentirse amos de todas las zonas en las que se mueven. De hecho, si está en un espacio abierto y puede cazar, es posible que alguna vez te traiga un ratoncito o un pajarillo para ofrecértelo y mostrarte el cariño que te tiene.
- Cuando se frota contra ti. Aparte de demostrarte su afecto, se frota contra ti porque te está marcando como parte de su territorio. Cuando lo hace, impregna con sus feromonas faciales tu ropa para dejar su señal.
- Si tu gato masajea a otro gato, a ti, o a otras cosas. Lo hace porque de pequeño, cuando mamaba, su instinto le decía que de esta manera salía más leche. La otra razón es que así desprende feromonas que dejan una huella territorial. Este comportamiento es más habitual en gatos que se han destetado de forma temprana.
- Si tu gato se tiende boca arriba al verte. Significa que te tiene confianza, ya que en esta posición no podría defenderse de un ataque.
- Un gato puede dormir de 16 a 19 horas diarias. Los gatos se pasan dos tercios de su vida durmiendo, pero aún dormidos están alerta ante cualquier estímulo.
- El ronroneo no siempre indica felicidad. El gato también ronronea cuando está enfermo o asustado y se dice que lo hace para tranquilizarse a sí mismo.
- Los gatos hacen más caso a las mujeres. No es que discriminen por el género, sino que tienden a reaccionar mejor ante voces agudas, por ello suelen hacer más caso a las mujeres que a los hombres.
- Les fascina una planta. La ‘nepeta cataria’, de la familia del tomillo y la lavanda, también llamada “hierba de los gatos”, les hace disfrutar de momentos sublimes. Su fuerte olor a menta la convierte en irresistible, sobre todo para las hembras y una vez ingerida puede provocar cambios en el comportamiento del animal, aunque no ocurre en todos los felinos. Es posible que ruede como si estuviera en éxtasis, que cace ratones imaginarios, etcétera.
- Su cola es un órgano fundamental. Les proporciona el equilibrio necesario para garantizar un buen aterrizaje, ya que los gatos pueden llegar a saltar hasta cinco veces su altura. Con la cola corrigen la dirección durante el salto, a modo de timón. Aparte, el movimiento de la cola les ayuda a comunicarse con sus dueños y con el entorno, ya que dependiendo de en qué posición se encuentre esta sabremos cómo se va a comportar o cuál es su estado emocional: si está contento, asustado…
- Los gatitos se parecen más a papá en el carácter: Aunque el carácter de los gatos tiene mucho que ver con su socialización con las personas, los gatitos suelen parecerse más al padre que a la madre en el carácter. Si el padre es un gato sociable y seguro, las probabilidades de que sus hijos también lo sean son mayores. Sin embargo, sus comportamientos aprendidos los adquieren de la madre. Por ejemplo, solo los gatitos hijos de madres cazadoras, lo serán de forma eficaz de adultos.
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