Ante estímulos sonoros como el trueno se produce un aumento significativo del cortisol, la hormona del estrés, en perros de compañía.
Los sonidos explosivos como los que producen los fuegos artificiales, las armas de fuego o los truenos producen un gran desasosiego en algunos perros, pero un estudio reciente* ha investigado hasta qué punto y de qué manera estos potentes estímulos sonoros influyen en sus niveles de estrés y en su comportamiento.
En la investigación se seleccionaron ocho perros Beagle, de laboratorio, y seis perros de compañía sin fobia al trueno y se estudió su reactividad a un estrés acústico agudo analizando la variabilidad de la frecuencia cardíaca, los niveles de cortisol sérico y varios parámetros conductuales.
El registro sonoro consistió en un registro estandarizado de truenos durante 2,5 minutos con una intensidad máxima de 103 a 104 decibelios. Para evaluar la variabilidad de la frecuencia cardiaca, los intervalos cardiacos se registraron utilizando un medidor de frecuencia y posteriormente los datos se analizaron mediante software.
En cuanto a los resultados, los perros de compañía mostraron mayores niveles de cortisol (la hormona del estrés) que los Beagle, independientemente del momento estudiado, y un aumento significativo 15 minutos después de ser sometidos al estrés acústico. Los Beagle no mostraron alteraciones en sus niveles de cortisol en respuesta al sonido. Sin embargo sí registraron puntuaciones más altas en parámetros conductuales como: manifestación de temblores, esconderse, vigilancia, correr, salivación, huir y sobresaltarse.
*Franzini de Souza CC1, Maccariello CE2, Dias DP3, Almeida NA4, Medeiros MA5. Autonomic, endocrine and behavioural responses to thunder in laboratory and companion dogs. Physiol Behav. 2016 Dec 8;169:208-215. doi: 10.1016/j.physbeh.2016.12.006.
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