La sierra de Levká Oki, una zona montañosa al oeste de la isla de Creta, ha sido el escenario de un sorprendente hallazgo. Científicos del Museo de Historia Natural de esta isla griega han identificado un ejemplar de ‘felis silvestris cretensis’, una raza autóctona que se creía extinguida desde hace 20 años. Estos gatos, que se conocen con el nombre popular de ‘furógatos’, mide alrededor de 50 centímetros y su cola alcanza los 30 centímetros.
El ejemplar cayo en una trampa para hurones de un ganadero, que aviso al servicio forestal al darse cuenta de la singularidad del felino. Tras varios días de análisis, los científicos griegos concluyeron que el animal capturado pertenecía a una raza local de gatos monteses que se consideró extinguida en 1997. El último ejemplar de felis silvestris cretensis del que se tenía constancia fue capturado en 1996 por dos estudiantes de la Universidad de Peruggia y después fue liberado con un localizador que permitió monitorizar sus movimientos. Sin embargo, a los tres meses se le perdió la pista. Un año después se encontró otro ejemplar muerto y se consideró que se había extinguido.
El furógato identificado ha regresado ya a su hábitat natural, un bosque de robles situado entre los 900 y los 1.200 metros de altitud. Hasta que en 1953 un fotógrafo consiguió fotografiar un ejemplar, esta raza de gato salvaje era más una leyenda local gracias a los relatos de los ganaderos que una realidad científica.
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