Más de 250 perros y sus agilitistas, procedentes de clubes de toda España, se dieron cita el 22 y 23 de febrero en Santa Margarida de Montbui, Barcelona, donde disputaron pruebas puntuables del Campeonato de España de Agility y las selectivas para perros de Grado III que optan a ir al campeonato mundial. Dos jornadas muy, muy intensas y un éxito de participación.
La organización, que contó con el apoyo del ayuntamiento de la localidad, corrió a cargo del Club Agility Ciutat Comtal y Agility Rivalcan, que se coordinaron a la perfección para dirigir los dos rings en que se dividió el campo de fútbol de la U.D. San Mauro, escenario del evento. Su personal se encargó de ofrecer una excelente cobertura de intendencia y servicios.
Recordamos que en este deporte hay tres grados, en función del nivel de competición; tres categorías, en función del tamaño: mini, media y estándar; y dos modalidades Agility y Jumping. Si combinamos estas variables con el número de participantes, podemos hacernos una idea de la intensidad de cada una de las jornadas. La del sábado, maratoniana. Aderezada con perros que se conocen, se reconocen o se encantan de conocerse. Como sus dueños.
Poco lugar para el respiro, porque los tres jueces internacionales -Stefanie Semkat, Seppo Savikko y Jordi Navarro Costas-, no solo se encargan de controlar el recorrido de cada uno de los participantes, no pueden pasar por alto ninguna infracción y esto exige una concentración constante. También son los responsables del diseño de los recorridos. Que por cierto, según testimonios recogidos en directo, no los pusieron fáciles.
Y ahí es donde entran en juego los staffs de la organización. Como un reguero de hormigas, van tras el juez que rediseña el trazado, cambiando posiciones de vallas, alturas, túneles, obstáculos… moviendo lo que haga falta para que el circuito sea homologable y en el menor tiempo posible. Muchos, por no decir todos de estos voluntarios, también compiten y ayudan en campo cuando se ha de reponer algún obstáculo que ha caído tras el paso de un competidor. Cronometradores y asistentes del juez de pista completan unos equipos perfectamente engranados.
¿Qué más vio Saludmascotas durante la jornada del sábado? Unas imágenes espectaculares, un nivel altísimo, una afición que no para de crecer. Y lo mejor: una sana competencia, el reencuentro entre amigos de diferentes latitudes, un respeto a la actitud del perro, ningún reproche ante el fallo, ante todo cariño, será mejor la próxima. Y un inmejorable ambiente entre todos los participantes. Si el deporte socializa, el Agility gana por partida doble.
Compartimos el reportaje del sábado 22 en nuestro álbum de Facebook.
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